Anidado al pie de las montañas del Alto Atlas en la provincia de Al Haouz, el Lago de Takerkoust, con sus múltiples atributos en términos históricos, ecológicos y culturales, se presenta como un sitio encantador muy solicitado a las puertas de Marrakech, especialmente para los amantes de la naturaleza en busca de descanso y relajación.

Ubicado en una carretera que serpentea a través de una variedad de paisajes impresionantes, como el desierto de Agafay, colinas, montañas, olivares, plantaciones de árboles frutales, cursos de agua, etc., a unos cuarenta kilómetros de la Ciudad Roja en dirección a Amezmiz, el lago de Takerkoust, comúnmente llamado también "Embalse de Takerkoust", ofrece a los visitantes en busca de frescura y entretenimiento una variedad de actividades para escapar de las preocupaciones y tumultos diarios, especialmente con la canícula que alcanza su punto máximo en Marrakech durante el verano.

En el mapa turístico de la provincia de Al Haouz, el Lago de Takerkoust goza de una importancia capital, ya que constituye una etapa indispensable en los circuitos turísticos ofrecidos a los turistas, además de contribuir a la diversificación de la oferta local.

Históricamente, el nombre de Takerkoust estaba asociado a una mujer llamada "Lalla Takerkoust", conocida, según las leyendas, por su santidad y bondad, y cuyo mausoleo y mezquita, donde los visitantes venían a rezar y hacer ofrendas, se encontraban en el lugar del lago antes de su inundación.